Pero no es el yo individual el único horizonte
de la eticidad humana, pues el fundamento
y posibilidad de la libertad creadora de las
acciones propiamente éticas, entendida la
acción humana como principio y como voluntad,
no se dan en el vacío.
En esta perspectiva, Savater concibe al
yo ético a partir de los principios que para
él constituyen los puntos de partida de la
reflexión ética, como son: la acción, la existencia
dinámica, la posibilidad y la libertad.
¿Qué es lo que quiero? Llegar a ser plenamente yo, es decir, ser
no-cosa, mantenerme en una totalidad abierta en la que pueda confirmarme como autodeterminación, o sea, como creación y
libertad.
Según esto último, el proceso de constitución del sujeto ético visto
por Savater, pasa necesariamente por tres momentos interconstitu-.yentes
que son complementarios.
En este proceso de constitución intersubjetiva del yo ético, se requiere
instaurar una comunidad social en la que las voluntades mutuas
de reconocimiento y de interdependencia humanas hayan encontrado
su adecuada institucionalización, y donde la condición ética atribuible a
todo ser humano, no le sea vedada a nadie.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario